Hoy fue el último día de Rocío, nuestra compañera de prácticas, y pocos fueron los ojos que no desprendieron lágrimas. Esto nos indica lo maravillosamente bien que lo hizo esta chica en estos 2 meses.
Ella aprendió más cosas de nuestra fantástica profesión: algunas buenas y otras no tanto. En la facultad nos enseñan mucha teoría y alguna práctica pero, todos estamos de acuerdo que donde más se aprende es cuando estamos frente a estas personitas que son todo corazón. Las emociones están muy presentes en esta etapa del ciclo educativo y eso no se puede ni enseñar ni ocultar, cuando surge ¡no se puede parar! de ahí tanta lágrima hoy.
Como detalle de despedida, le hizo a cada alumno/a un monstruito con una frase personalizada.
¡Gracias, Rocío!
Y ¡gracias también de mi parte! Yo también he aprendido y disfrutado contigo. Te echaremos de menos aunque siempre estarás presente en nuestro "yoga". Te deseo lo mejor y sabes que puedes venir a vernos cuando quieras.
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